Como nunca, el panorama de la política nacional juega a la esquizofrenia: las loas al desarrollo del país -particularmente medido desde una perspectiva exclusivamente económica,que tiene un correlato social en el vuelco hacia el consumo- conviven con un malestar subterráneo y sordo. Esto se expresa en malos humores, depresiones (y las consiguientes automedicaciones), resentimiento larvado y la sensación que, permanentemente, algún poder -o los poderes, todos ellos- está abusando con cada uno de los que se siente parte de la plebe; o sea, de la mayoría abrumadora de Chile.
Mosciatti, N. F. (2011). La abundancia del malestar. Anales De La Universidad De Chile, (2), Pág. 55–65. Recuperado a partir de https://anales.uchile.cl/index.php/ANUC/article/view/17298